El consumo de garbanzos, en Oriente Medio cocinados como 'húmus', produce una buena sensación de felicidad quienes lo ingieren, según un estudio de investigadores israelíes.
Produce serotonina, la hormona de la felicidad. La causa de esa sensación es que contiene un aminoácido (triptofen) que, en buena cantidad, produce serotonina, una sustancia benefactora. Un plato de 'húmus' satisface el apetito y ayuda a dormir y, en el caso de las mujeres, 'contribuye a la ovulación y que queden embarazadas con mayor rapidez'. El garbanzo 'es comparable con el trigo' por su importancia alimentaria, con un lugar en la historia 'que se remonta a 10.000 años'.
El equipo de investigadores incluyó al doctor Zohar Kerem, experto en alimentación; al botánico Simja Lev Idón y al jefe del curso de genética de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Shájal Abo. Los científicos llegaron a la conclusión de que el garbanzo cultivado, a diferencia del silvestre, contiene más serotonina. Los productores, que eligieron y cultivan la especie más conocida, no lo hicieron por mera casualidad.
El mismo aminoácido del garbanzo que causa la segregación de la serotonina, es el que emplea la farmacología para producir el popular antidepresivo Prozac. Israelíes y árabes suelen comer a diario 'húmus' acompañado con encurtidos y lo untan en el pan pita, sin miga, junto con una pasta preparada con semillas de sésamo, la 'tehinne'.
Entre los grandes consumidores de garbanzos, además de los pueblos de Oriente Medio, se encuentran la India y Australia.
Fuente Cidipal
domingo, 15 de diciembre de 2013
El hummus de la felicidad
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